Últimos tramos, hoy fantasmas del apocalipsis 72
Francisco Gutiérrez Barreto
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La Avenida Roosevelt hacia el Norte.
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Última entrega
El objetivo de la presente
propuesta es definir, casa por casa, cómo fue la Avenida Roosevelt antes de las
12:27 a.m. del 23 de diciembre de 1972, hora y fecha del terremoto que destruyó
Managua. Con frecuencia escucho relatos sobre esta vía y otras, encontrando
siempre discrepancias por lo cambiante que fueron, engañando así a las mejores
intenciones y a la memoria misma. Asimismo, existen artículos plenos de errores
garrafales.
Pasando la Cuarta Calle Sur teníamos de frente al Banco Central de Nicaragua
con el auditorio de dos pisos atrás, hacia el Sur. Fueron construidos sus 15
pisos y el auditorio, durante la presidencia del Dr. Francisco “El Che” Laínez,
por la constructora AISA. El diseño: obra del arquitecto Alfredo Osorio Peters.
Se inauguró en 1964. Al lado estaba una casa de taquezal que funcionaba como
centro de oficinas comerciales y tenía el No. 508. Allí estaban, ese fatídico
amanecer, entre otras: Heinz Lemm y Cía. Ltda., el buró del Dr. Félix Pérez
Valdivia y la General Import Corporation.
Seguía el Hotel Casa Vargas, un albergue de buena fama y clientela. Los
propietarios de este inmueble fueron el ingeniero Juan Ignacio González
Cervantes y doña Margarita Argüello de González. A continuación, en otra casa,
número 512 Sur, estaba el negocio de Rosendo Díaz y Julio Cruz Compañía
Limitada, que vendía llantas y productos agrícolas. Antes operó allí la
Cooperativa de Algodoneros de Managua. Perteneció la casa a los padres de
Rosendo.
Una trágica renta
Luego venía una casa de
taquezal con el No. 514 Sur, donde había habitado doña Alba Moncada de Valerio
y familia, hija del presidente José María Moncada, pero al momento del
movimiento telúrico la rentaban el piloto comercial don Emilio Miranda y su
señora esposa, para desgracia de ellos, pues allí murieron, y fueron removidos
sus restos unos días después de la tragedia. La señora de Miranda era dueña del
negocio hotelero de la Casa Vargas.
Lucía pintada de amarillo una gran casa de dos plantas, No. 516, del Dr.
Mariano Argüello Vargas y dividida en dos mitades. En la porción del Norte don
Mariano tenía su biblioteca y un apartamento de primera. En la segunda porción,
antes había atendido Industrias Dacal, fabricante de las persianas y venecianas
Ventalum, y la Constructora Dacal, firmas que fueron del ingeniero Deyton
Caldera Lacayo.
El siguiente edificio de dos plantas perteneció a la Compañía Automotríz,
gerenciada por don Jurgen Sengelmann, y albergaba a la única gasolinera bajo
techo que había en el país, justo en la esquina. Era de la. Esso y se llamaba
Xolotlán. En el segundo piso, la Esso siempre tuvo sus oficinas. Otro ocupante
del mismo piso fue la Empresa Minera del Septentrión, y el gerente y socio
señor Fern Kettel, allí atendía. Este edificio lucía el No. 518 Sur.
Los negocios de la familia Somoza
Frente a la plaza del Banco
de América, pasando la Cuarta Calle, había una sala de venta y exhibición de
televisores, propiedad de Televisión de Nicaragua Canal 6, que allí operaba.
Junto a esta casa antigua se encontraban el edificio moderno del diario
Novedades y la Estación X, negocios los tres de la familia Somoza Debayle. En
la azotea de este inmueble estaba una gran antena, y en la planta baja un
estudio con pared de cristal, visible y a manera de teatrito.
Tenían de vecinos a la casa habitación No. 505 Sur del matrimonio formado por
don Rafael Sevilla Sacasa y doña Soledad “Chola” Siero Perezalonso. Continuaba
el inmueble No. 507, de cinco pisos, donde ofrecía sus servicios la compañía
aérea Panamerican. El edificio era propiedad del esteliano Dr. Humberto
Rodríguez, con teléfono No.2-5632. Una casa de habitación de unos 10 metros de
frente, se localizaba entre la Panam y la Capilla del Instituto Pedagógico de
Managua. Allí residió el fotógrafo, don Francisco Quezada.
El edificio de Novedades fue levantado por Barreto, Mateu y Sampson en los años
50, y finalizando los 70, Carlafisa hizo el inmueble del Dr. Rodríguez. La
capilla del Pedagógico, con diseño muy particular del arquitecto Hans
Heilemann, tuvo su primera misa en 1948, y es hoy parte del Olof Palme. Con el
Instituto Pedagógico de Managua de los Hermanos Cristianos, terminó esta larga
cuadra. Este colegio que produjo gente ilustre abrió sus puertas en 1913 e
ignoramos quién lo construyó, aunque sospechamos fueron ellos mismos. Radio
Sensación desde allí emitía, ya que tanto el IPM como la Radio tenían como
dirección el número 515 Sur.
Así pasamos a la Quinta Calle Sur con el Hormiguero a mano derecha y la
Academia Militar a la izquierda. Luego del Hormiguero estaba la Imprenta
Nacional, junto a La Gaceta Oficial, con su techito de dos aguas. La imprenta
fue edificada a inicios de los años cincuenta por Raúl Castellón y un señor de
apellido Rutledge. La imprenta y La Gaceta se conservan, están allí. Luego
estaban los terrenos amurallados de la Sucesión de Ángel Caligaris, que
incluían el entonces ya viejo edificio del Trillo Managua, visible por la
Avenida.
El callejón Riguero
Continuaba una callecita
combeada que luego se bifurcaba, finalizando el primer brazo en la Calle Colón
y el otro en la Avenida Bolívar. Esta vía que se conoció como el Primer
Callejón Riguero, colindaba al Sur con terrenos de Ángel Caligaris y luego
otros de Manuel J. Riguero. En el predio de don Manuel, fabricó su casa doña
Rosibel Riguero de Román, bajo planos del Alfredo Osorio Peters. Contiguo,
hacia el Sur, doña Isabel Riguero de Paniagua hizo lo mismo, con casa que hacía
esquina con el Segundo Callejón Riguero.
Entre el Segundo Callejón Riguero, de escasos cuatro metros de ancho y la
siguiente calle, que pasaba por el parque Bolívar y moría en la Avenida
Bolívar, teníamos a la casa de dos plantas del difunto don Manuel J, Riguero,
con un jardín al frente de la Roosevelt, y protegida, toda la alargada manzana
de su propiedad, por una tapia color mamón. La calle que pasaba por el Parque
Bolívar y terminaba en la Avenida Bolívar la llamábamos, Calle del Parque
Bolívar.
Después de esta calle hubo dos casas separadas que su dueño, don Silviano
Matamoros, alquilaba, y no pudimos precisar quiénes pernoctaban allí la
fatídica noche. Don Silviano era también el dueño del edificio de dos pisos,
elevado en la esquina Suroeste, que estaba rentado a la Oficina Nacional de
Turismo. Allí vivió antes el fundador de la Escuela de Comercio Silviano
Matamoros.
La Academia Militar ocupaba toda la cuadra por el lado Este de la Roosevelt, y
era desproporcionadamente larga. La Academia ofrecía una infranqueable muralla.
El único otro inquilino de la cuadra era la gasolinera del gobierno, localizada
en la esquina de la Sexta Calle Sur y que allí continúa. La Roosevelt separó la
Calle Sexta Sur en dos. Por el lado izquierdo o hacia arriba era, hasta el
edificio de la Enaluf, el Boulevard Somoza. Y hacia abajo, la Calle Colón.
Antes de la fundación de la Academia Militar, esos terrenos eran parte del
Campo de Marte, llamado así en honor al dios de la guerra griego: Marte. Por
esos años, la Roosevelt se conoció como Avenida del Campo o Campo Marte.
Y así llegamos al último sector de la Avenida Roosevelt, que terminaba con el
monumento a Roosevelt. Hoy se puede libremente admirar y es un digno ejemplo de
art deco. Esta otra larga cuadra dividía La Explanada en dos tantos. Al lado
derecho, en terrenos de La Explanada, se levantó, con acceso por la Avenida
Bolívar, el Hotel Intercontinental, hoy Crowne Plaza. La callecita actual
frente al albergue nació con el hotel. Atrás del hotel está la Octava Calle
Suroeste, teniendo al Sur, casas de la antigua Colonia Militar. A la izquierda
de la última cuadra, teníamos a la otra parte de La Explanada.
Para terminar este recorrido sentimental presentamos dos aportes más para la
historia. El Inter piramidal, fue diseñado por el arquitecto Alfredo Osorio
Peters. Edificado por AISA, siglas de Arquitectos Ingenieros S.A. Recibió a sus
huéspedes por primera vez el 6 de diciembre de 1969. El autor, entonces Gerente
General de Ventas de la Nicaragua Machinery Company, estuvo de invitado a la
apertura y se tomó sus traguitos en La Vista, el bar del último piso.
El monumento a Roosevelt fue diseñado por el arquitecto Belisario Marín Ubau.
Anastasio Somoza García lo bautizó así el primero de febrero de 1946, ya tenía
cierto tiempo levantado. Se le llegaba y llega por la Octava Calle Suroeste.
Desde sus alas hasta la carrilera, la Avenida Roosevelt recorría una longitud
de 1450 metros lineales ¡Qué sabrosas remembranzas!
Así era nuestra elegante Avenida. Así fue nuestra Managua.
*Reconocimientos a: Polidecto Correa, Gilberto Cuadra Vega, Alejandro Ruiz y
Yolanda Casanova, Carlos Sevilla Siero, Rosendo “Chendo” Díaz Bendaña, Jurgen
Sengelmann, Jorge Riguero, Alfredo Osorio Peters, David Stadthagen Cardenal,
Silvio Argüello Cardenal, Sonia vda. de González, Roberto Morales Villareal,
Adilia Tapia Román y Dr. Francisco Laínez. Todos relacionados con los inmuebles
A los recopiladores: Juan Velásquez Molieri y Bayardo Cuadra Moreno. Biblioteca
Roberto Incer Barquero y Biblioteca Rubén Darío (Fondo).
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